«The Midnight Gospel»: ¡Regresa el creador de Hora de aventuras!

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Ocho episodios de media hora le alcanzan a esta propuesta que combina tratado filosófico-existencial con humor negro para convertirse en el proyecto de animación más ambicioso y provocador en lo que va de este 2020.

The Midnight Gospel (Estados Unidos/2020). Dirección y guion: Pendleton Ward y Duncan Trussell. Duración: 8 capítulos de entre 25 y 30 minutos cada uno. Disponible en Netflix.

Imaginen una serie con la libertad creativa de Rick and Morty y la capacidad de ensoñación lisérgica de las series de Adult Swim, y a eso súmenle un guion de acero que tematiza grandes problemáticas con una naturalidad digna del mejor Richard Linklater, apelando además a un tono que se mueve con fluidez entre el tratado existencial filosófico y el humor negrísimo y seco. El resultado de esa combinación es The Midnight Gospel, que ya puede catalogarse como la serie animada más anómala, extraña y ambiciosa del año.

La producción de Netflix es, en realidad, la traslación animada de un podcast que el cómico, escritor y actor Duncan Trussell, que pone voz a Clancy, graba desde 2012, The Duncan Trussell Family Hour. De este collage multimedia emana la genial verborrea de la serie, que obliga a repensar la relación entre audio y vídeo, y el supuesto poder de las imágenes frente a la palabra hablada. Con su imparable locución, The Midnight Gospel invita incluso a cuestionar la crítica hegemónica al doblaje como una práctica que castra la obra original. El podcast de Clancy, si se consume en la versión nativa, requiere un dominio considerable del inglés y los subtítulos, alargadísimos, dificultan verdaderamente la distribución de la atención entre la infinidad de cosas que ocurren en el plano.

Los ocho capítulos se sitúan en un futuro lejano y comienzan con el viaje de Clay, un joven conductor de una suerte de podcasts espaciales, a distintos universos paralelos con objetivos a priori minúsculos y cotidianos como, por ejemplo, conseguir helado.

Desde ya que esos objetivos son el disparador para el verdadero núcleo de la serie, que no es otro que las charlas que Clay mantiene con un personaje distinto en cada capítulo. Allí se abordan cuestiones como el consumo de marihuana, el mindfulness (la conciencia plena) o el poder de la magia y su relación con lo real, mientras entrevistado y entrevistador se someten a un largo recorrido por situaciones absurdas en las que predominan los colores chillones y las figuras lisérgicas.

Si The Midnight Gospel es uno de los productos televisivos más intelectualmente estimulantes que recuerdo, no es por su apartado visual. La calidad e inspiración del dibujo (inevitablemente marcado por la presencia de Pendleton Ward, autor de Hora de aventuras, como cocreador) está fuera de toda duda, pero sus agitadas filigranas plásticas están subordinadas al diálogo que ilustran. Ese chorro de imágenes ambiguo, colorido e improcesable, por acelerado, es un fondo. Un espectáculo de sugestión, más que de hipnosis.

Lo operación de Ward, entonces, consiste en imaginarle a esas entrevistas un marco que extrema la disociación entre lo mostrado y lo dicho. El resultado es una serie de animación para adultos que, lejos del consumo adictivo que proponen la mayoría de los productos de Netflix, requiere un tiempo de maduración, pues sus ideas resuenan mucho más allá de los 30 minutos de cada capítulo.

Puedes ver “The Midnight Gospel” en Netflix.

Fuentes:
Crítica: ‘The Midnight Gospel’, historia de la televisión en Netflix
Crítica de “The Midnight Gospel”, serie animada de Pendleton Ward y Duncan Trussell (Netflix)

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